Un verano con los abuelos en el pueblo
La autora nos presenta una historia que pretende reflejar el mundo en el
que vive. Una historia de amistad, lazos familiares, amor y misterio.
Pasaje de la obra para compartir con Vds.
“Siempre he pensado que mi abuelo era un sabio, había sido capaz de
aprender todo lo que aquellos campos le habían enseñado y había sabido
reproducirlo en palabras. Palabras justas, nunca muchas, pero tan acertadas que
era para mí un oráculo. El abuelo era un hombre que entendía la vida y la
divisaba a lo lejos y la mimaba como si la tuviera cerca. Sus ojos azules
miraban siempre comprendiendo, sin sustos, sin agravios; pero siempre con
emoción.”
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